La luz visible está compuesta por diferentes colores, desde el rojo hasta el azul, y cada uno de estos tiene una longitud de onda, la cual es la distancia recorrida por cada color. En particular, el azul tiene una onda con mayor energía y más corta que los demás colores del espectro visible, resultando más cercana a la radiación Ultravioleta (UV), la cual puede ser peligrosa para nuestros ojos.
La luz azul está en todos lados, la vemos como los colores, es la que nos permite ver el cielo azul. Se encuentra de forma natural en el sol y, de forma artificial, a través de computadoras, teléfonos inteligentes, dispositivos digitales, televisores, luces fluorescentes e iluminación LED.
Hoy día, la tecnología ocupa una parte importante de nuestras vidas, tanto laboral como personal, y nos permite mantenernos en contacto con el mundo. Una persona promedio puede estar expuesta a estos dispositivos más de 8 horas al día. Para ello, los humanos tenemos en nuestros ojos un filtro natural que bloquea la luz, pero este no es suficiente para enfrentar los efectos de todas estas tecnologías.
Prevención necesaria
Debido a esta excesiva exposición a los dispositivos electrónicos se presentan muchas consecuencias en nuestro cuerpo, tales como: dolor de cabeza, hombros y cuellos, desórdenes en el ciclo del sueño, ojo seco, cansancio ocular, problemas refractivos y degeneración macular a tempranas edades.
Los dolores de cabeza, hombros y cuellos se producen por posiciones poco ergonómicas en nuestras áreas de trabajo, donde se deben tener presentes factores como la iluminación adecuada, distancia de ubicación del dispositivo y la posición correcta frente al mismo.
La luz azul nos causa desorden en el ciclo del sueño porque hace creer a nuestro cerebro que es hora de levantarnos, aún siendo de noche, causando así una disminución de la melatonina, la hormona del sueño.
Por su parte, las alteraciones visuales generadas se deben a que no parpadeamos -adecuadamente- durante las horas de trabajo y se produce una manifestación conocida como “ojo seco”.
Esa misma luz hace que nos fatiguemos, sumado a que mantener nuestra mirada fija, a la misma distancia sobre un dispositivo, nos crea un espasmo muscular, dando problemas de miopía en personas que no presentan ninguna alteración refractiva.
Vale destacar que, actualmente, se están estudiando las degeneraciones maculares a temprana edad, a raíz de la exposición de la luz azul hacia la zona de mejor visión de nuestra retina (la mácula, es la parte del ojo que permite ver los detalles con claridad).
¿Qué hacer?
Formas para mejorar la situación y sus manifestaciones:
- Ley 20-20-20: por cada 20 minutos de trabajo frente al dispositivo, descanse 20 segundos observando un objeto a 20 pies o 6 metros de distancia.
- Una buena posición de trabajo: se debe estar a una distancia aproximada al largo del brazo en relación con la pantalla, y la misma un poco más baja del nivel de los ojos, con una pequeña inclinación de unos 15 grados.
- Iluminación: el área de trabajo debe tener una iluminación adecuada, la luz no debe estar sobre la cabeza, debe ubicarse de forma indirecta. Evite el resplandor sobre la pantalla de trabajo.
- Pantalla: la configuración de la pantalla nos puede ayudar al confort laboral, disminuyendo la emisión de la luz, utilizado más contraste, aumentando el tamaño de la letra utilizada.
- Parpadeo: es importante mantener un parpadeo constante durante las horas de trabajo, muchas veces nuestra concentración hace que olvidemos parpadear causando ojo seco por la falta de lubricación de nuestros ojos.
- Sueño: no utilices el dispositivo móvil por lo menos una hora antes de dormir, así su cerebro podrá secretar suficiente melatonina y tendrá un sueño reparador.
- Examen optométrico: Tener una corrección óptica correcta puede disminuir síntomas de cansancio por esfuerzo visual debido problemas refractivos no corregidos. Acudir a su examen visual anualmente es importante para mantener la prescripción óptica actualizada.
- Lentes con protección para la luz azul: se pueden encontrar con o sin receta. Los mismos pueden absorber un porcentaje de la luz emitida.
Puede tener un buen cuidado de su salud visual poniendo en práctica estas sugerencias. En Ópticas Metro podemos ofrecerle lentes con protección para la luz azul como el Smart Blue Filter y Transitions Signature, los mismos absorben la luz azul procedente de fuentes naturales y artificiales.
Por la Dra Ines Chang, Optometra Contactóloga
Visita el Perfil de la Dra Ines Chang
¿Tienes dudas? Escríbenos