Los problemas y trastornos del sueño son objeto de una creciente preocupación por parte de la sociedad y más aún durante la infancia, pues se sabe que la ausencia del descanso nocturno de calidad, tiene grandes repercusiones en la salud.
Hasta un tercio de los niños y adolescentes presentan un problema o un trastorno de sueño, pero la mayoría de las veces no se tratan en las consultas, ya que a menudo, tanto los padres como los pediatras, no le dan la importancia que tienen.
La valoración del sueño infantil por el pediatra debe formar parte indispensable de su rutina clínica, así como lo son la evaluación de la alimentación o el crecimiento.
¿CÓMO SE REALIZA LA EVALUCIÓN DEL SUEÑO INFANTIL?
Para hacer esta evaluación, el especialista cuenta con una serie de herramientas básicas:
- Observación de la conducta del pequeño.
- Datos de la historia clínica junto con las preguntas claves correspondientes.
- Agenda del sueño (registros diarios llevados por el mismo grupo familiar)
- Cuestionarios.
- Análisis de videograbación del sueño.
Educar y crear hábitos correctos de sueño desde la infancia es una de las tareas más relevantes que tienen los pediatras. Involucrando a los padres y educadores en esta labor, se podrían prevenir la mayoría de estos problemas.
¿POR QUÉ LOS NIÑOS NECESITAN DORMIR?
El sueño es mucho más importante para el desarrollo infantil de lo que suponemos. Además de ser una necesidad vital para el descanso del organismo y reponer energía, también participa en otros procesos metabólicos, como la regulación del peso corporal, por lo que previene problemas como el sobrepeso y la obesidad infantil.
Asimismo, el sueño desempeña una función esencial en el crecimiento infantil. Durante la fase REM se activa la hipófisis anterior, lo que provoca que la glándula pituitaria empiece a sintetizar la hormona del crecimiento, cuya liberación máxima se produce entre 1 y 2 horas después de acostarse. Es decir, mientras los peques duermen sus hormonas de crecimiento se disparan.
Igualmente, el sueño les ayuda a organizar la información que han aprendido durante la jornada. Adicionalmente, al dormir, el cerebro pone en marcha un mecanismo a través del cual descarta las sustancias tóxicas de su metabolismo, de la misma forma que la mente selecciona y elimina los recuerdos que los niños no necesitan.
PROBLEMAS Y TRASTORNOS DEL SUEÑO
Entre algunos problemas se encuentran: Somnolencia, cefalea, dificultades de atención, déficits cognitivos y conductuales tales como depresión o ansiedad que afectan significativamente la calidad de vida de los niños y sus familias. Si existen problemas de salud previos estos pueden agravar los trastornos del sueño e incluso pueden llegar a hacerse crónicos.
Los problemas y trastornos del sueño en la infancia se clasifican en tres categorías:
- Cuando al niño le cuesta dormir.
- Presencia de eventos anormales durante el sueño.
- El infante que se duerme durante el día.
RECOMENDACIONES PARA DORMIR MEJOR
- Acostarse y levantarse todos los días, aproximadamente a la misma hora.
- Es normal que el niño necesite dormir una siesta hasta los 4-5 años de edad. En los adolescentes hay que evitarlas.
- Establecer una rutina de relajación antes de acostarse.
- Mantener condiciones ambientales adecuadas para dormir (temperatura, ventilación, ruidos, luz)
- Evitar comidas copiosas antes de acostarse, actividades estresantes, así como también, ver TV, uso de computadora o móviles.
- La actividad física debe ser durante el día, no en la noche.
Por la Dra. Angie Miranda
Pediatra Neonatóloga
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