¿Qué es?
La escoliosis se define como una alteración en la curvatura de la columna hacia lateral; la cual debe ser mayor de 10 ° con la medición del ángulo de Cobb, siendo más común en los adultos jóvenes, de etiología idiopática y sin síntomas.
Causas
Hay diferentes etiologías para la escoliosis tales como: idiopática, congénita, neuromuscular, sindrómica, degenerativa. En donde el 80% de las escoliosis son de origen idiopático y las restantes representan el 20%.
¿Qué podemos encontrar?
Los primeros indicios de que puedes tener una escoliosis, lo podrás notar si tienes la altura de tus hombros desiguales, si hay desviación de tu tórax o pelvis, si ves o alguien nota tu columna desviada, si observas alguna giba “joroba” al inclinarte para amarrar tus cordones.
¿Cuándo puede empeorar?
La escoliosis puede empeorar entre los 1 a 5 años de edad y/o entre los 10 y 18, que son los picos de crecimiento de la columna vertebral, dependiendo del sexo de la persona
¿Como suelen estudiar las escoliosis?
Inicialmente con una buena historia clínica y un examen físico, posteriormente se suele indicar estudios de imagen como un rayo X columna (espinograma), tomografías y resonancia magnética dependiendo de las sospechas que tenga el medico especialista en columna que está realizando la evaluación.
¿Cómo se resuelve?
Hay diferentes manejos para la escoliosis dependiendo de cuantos grados tenga esta y su etiología, por ejemplo, si manejamos una escoliosis idiopática y esta se encuentra entre 10 a 20 ° se suele observar hasta que la maduración esquelética ocurra, si abarca de 20-45° y aún no tiene maduración esquelética se suele indicar un corset, si esta es mayor de 45° se suele indicar cirugía.
Cuando nos encontramos con otro tipo de etiologías tales como orígenes neuromusculares, se suele resolver primero la causa neurológica de la escoliosis antes de tratar la propia escoliosis, para valorar si esta mejora o no; para posteriormente considerar una segunda intervención de ser necesario.
¿Qué me debe preocupar si tengo escoliosis?
Signos de alarma ante cualquier escoliosis: pérdida de fuerza en cualquiera de las extremidades, problemas para orinar o evacuar las heces, dolor a nivel de tu columna o que se irradia, problemas para caminar, dificultad para respirar que va empeorando, empeoramiento de la desviación lateral de la columna.
Animación de una cirugía de Escoliosis
Dr. José Rangel
Neurocirugía Adultos y Niños