El síndrome de la soledad inquieta (SSI) es un concepto muy reciente de la psicología cognitivo-
Las personas que padecen este síndrome se caracterizan por un perfil extrovertido atípico, con carencias afectivas tempranas y generalmente reducida capacidad cognitiva e hipoactivación del lóbulo prefrontal, lo cual les provoca pensamientos rumiantes negativos respecto a la actitud de los demás hacia ellos mismos. No obstante, estos síntomas generalmente no son observables, aunque se pueden llegar a manifestar más claramente en situaciones novedosas tales como viajes con personas cercanas o simplemente por ruptura de la rutina, dejando de realizar hábitos como pueden ser ir a trabajar o ir a clase.
Dada la novedad de este síndrome, aún no se conoce cura efectiva ni terapia que manifieste mejoras significativas, aunque la administración de psicofármacos antipsicóticos y antidepresivos (utilizados actualmente para combatir los episodios esquizofrénicos) dan lugar a cierta mejoría en los efectos derivados de esta enfermedad.
Sin embargo la terapia Cognitivo Conductual, ya se lleva a cabo para el tratamiento, siendo esta una de las técnicas más apropiadas para la solución a este trastorno.
Realizando tratamientos de reestructuración cognitiva se puede aumentar el índice de mejoría en las personas con este trastorno.