Muchas personas tienen la duda de si ese dolor de espalda prolongado podría tratarse de una hernia discal. Aunque siempre lo mejor y más seguro es pedir ayuda a un especialista, acá traemos algunas diferencias para ayudar a entender mejor el dolor:

 Las hernias discales por lo general duelen tanto al inclinarse hacia adelante como al volverse a erguir.

 Una distensión o esguince suele doler menos al inclinarse hacia adelante y más al erguirse.

 Las hernias discales suelen asociarse con un dolor punzante y un entumecimiento que baja por una de las piernas.

 Las distensiones y esguinces lumbares suelen ser un dolor enfocado en esa zona.

 Los discos herniados a veces ocasionan debilidad en una pierna, e incluso algunos pacientes experimentan una especie de golpes recurrentes en los dedos de los pies cuando caminan.

Esto sucede porque algunos músculos pierden su fuerza y no pueden despegar el pie del piso de forma correcta al caminar.

Además, un paciente con una hernia discal no podrá caminar en puntillas con un pie.

¿Crees que puedes estar padeciendo alguna de estas afecciones? No dudes en consultar a un especialista. 

Dr. Cristian Rodríguez Ortopeda y Traumatólogo