Descrito por primera vez en el The British Medical Journal en 1971 por Guthkelch.
El síndrome del bebé sacudido es un tipo de lesión cerebral que ocurre cuando un bebé o un niño pequeño se sacude violentamente. Como resultado el cerebro se empuja contra el cráneo debido a severas fuerzas de aceleración-desaceleración. El niño puede lesionarse aún más si es arrojado a una superficie, lo que se conoce como síndrome de impacto sacudido.
Los bebés de mayor riesgo son los menores de un año, con mayor frecuencia entre los 2 y 4 meses.
Es importante saber que las cabezas de los bebés son muy grandes y pesadas en proporción al resto de su cuerpo mientras que la musculatura del cuello se encuentra aún con un tono muscular insuficiente para soportar el peso y las oscilaciones de la cabeza de tal manera que cuando un niño es sacudido, su cerebro rebota de un lado a otro contra los lados del cráneo, tras la sacudida, se producen una serie de trastornos hipóxicos debidos a la dificultad respiratoria, que van a provocar alteraciones del centro respiratorio tronco encefálico, con frecuencia un edema cerebral, y hemorragias subdurales, con pequeñas contusiones parenquimatosas y múltiples hemorragias axiales adicionales. Las sacudidas pueden causar sangrado en el cerebro (hemorragias subdurales o hematomas) o en las retinas (hemorragias retinianas).
Entonces ¿Por qué la gente sacude a los bebés?
Los padres o cuidadores pueden sacudir a un bebé porque está llorando por mucho tiempo, y pueden pensar que sacudirlo hará que deje de llorar. Algunos padres o cuidadores pueden estar estresados por varias razones, y pueden sentirse frustrados e incapaces de hacer frente a las responsabilidades de cuidar a un niño. Es posible que otros cuidadores simplemente no sepan que sacudir a un bebé puede ser tan peligroso.
Las personas que tienen más probabilidades de sacudir a un bebé tienen una conexión directa con el bebé (padre o madre) o una conexión indirecta (niñera, miembros secundarios de la familia).
El síndrome del bebé sacudido puede ocurrir entre familias de cualquier etnia, cualquier rango de ingresos y con cualquier tipo de composición familiar.
¿Cuáles son los síntomas del síndrome del bebé sacudido?
Hay síntomas que se presentan inmediatamente y otros de forma tardía.
- Irritabilidad extrema
- Vómitos
- Falta de apetito o problemas de alimentación
- Dificultades respiratorias
- Convulsiones
- Letargo (cansancio extremo, falta de movimiento, incapacidad para mantenerse despierto)
- Piel pálida o de color azul
- Contusiones en los brazos o el pecho
- Una cabeza o frente grande
- Un punto blando en la parte superior de la cabeza que sobresale
- Incapacidad para levantar la cabeza
- Pupilas dilatadas
- Temblores
- Incapacidad para enfocar o seguir el movimiento con los ojos
- Coma (inconsciencia)
En forma tardía puede presentarse:
- Daño cerebral
- Ceguera
- Pérdida de la audición
- Parálisis cerebral
- Trastornos del habla y el aprendizaje, incluido el retraso mental.
- Daño en el cuello y la médula espinal, que puede conducir a problemas con el movimiento que van desde la torpeza hasta la parálisis.
Su diagnóstico puede ser difícil por varias razones:
No siempre obtienen la verdad sobre si el temblor estuvo involucrado o no en la lesión de un bebé.
Los bebés y los niños muy pequeños no pueden decir lo que sucedió o lo que les duele.
Muchos síntomas del síndrome del bebé sacudido (como irritabilidad, vómitos o letargo) también son comunes en otras afecciones, como algunas infecciones.
Algunas pruebas que sirven de apoyo:
- Radiografías para ver si el cráneo está fracturado
- Tomografía computarizada de cabeza y abdomen
- Resonancia magnética
- Examen ocular para buscar evidencia de sangrado retiniano (sangrado en la parte posterior de los ojos)
- Una vez se confirme la sospecha diagnóstica el bebé debe ser tratado de inmediato. Algunos cuidadores pueden mentir y decir que el niño se ha caído.
- Según la gravedad de los síntomas y la afección del niño, el niño puede necesitar asistencia respiratoria o cirugía para detener el sangrado en el cerebro.
La parte más importante es la prevención:
- Los bebés lloran varias veces al día, asegúrese de que nada esté mal con el niño. Debe verificar si los pañales están limpios y si el bebé tiene hambre o frío. Asegúrese de que no haya signos de enfermedad, como fiebre o que nada esté causando dolor.
- Si se satisfacen las necesidades del bebé, intente cantar y hablar con el bebé.
- Ofrezca al bebé un juguete adecuado para su edad.
- Lleve al bebé o al niño a dar un paseo, puede ser en el automóvil (debidamente asegurado en su asiento para el automóvil).
- Pídale a otra persona (un miembro de la familia) que se haga cargo por un período de tiempo para que pueda descansar. Es muy razonable pedir ayuda.
- Si no hay nadie más disponible para hacerse cargo, coloque al bebé con seguridad en la cuna y salga de la habitación durante unos minutos mientras se calma. Llorar no hará daño a los bebés, pero sacudirlo sí lo hará.
Pediatra Neonatóloga
Chiriquí