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El vocablo serpiente procede del latín serpens, -entis, de serpere ‘serpentear’, reptil ofidio sin pies. Como todos conocemos las serpientes carecen de extremidades, por lo que se denominan ápodos, debido a esta condición han desarrollado formas complejas de desplazamiento, en adaptación al medio que habitan (Diccionario de la Lengua Española, 23.a Edición, 2014.)
Corallus annulatus, boa arborícola
Poseen cuerpo cilíndrico y alargado, totalmente cubierto por escamas, una mandíbula con modificaciones para ser desarticulada y poder tragar su presa entera (Savage, 2002). Habitan casi todos los ecosistemas del mundo a excepción de los polos, a lo largo de la evolución grupos de serpientes presentaron cambios que conllevaron ventajas como, la modificación de dientes y desarrollo de glándulas productoras de veneno y aparición de estructuras termo-sensoriales, gracias a estos cambios en la actualidad existen serpientes venenosas y no venenosas.
Bothrops asper, Víbora “X” o Terciopelo
En Panamá existen más de 137 especies de serpientes descritas, 25 de ellas son venenosas y consideradas de importancia médica, tomando en cuenta que en Panamá ocurren cerca de 1800 accidentes ofídicos en promedio por año (MINSA, 2015), se acredita cerca del 85% de ellos a la Bothrops asper, serpiente conocida como “X”, víbora negra o blanca, terciopelo (en Costa Rica), entre otros. Sin embargo, las serpientes venenosas presentes en Panamá se agrupan en tres familias, Elapidae, (serpientes de coral), Hydrophidae (serpiente marina) y Viperidae (víboras)
A excepción de la víbora “X” las serpientes No venenosas son las más comunes en Panamá. Las serpientes venenosas poseen unas glándulas exclusivas para la producción de veneno, conectadas directamente, por un canal, a los dientes, especialmente diseñados para inyectar el veneno (comúnmente mal nombrados “colmillos”).
El veneno tiene como propósito inmovilizar la presa y acelerar su metabolismo incluso antes de ser engullida, pero también funciona como medida de prevención o defensa ante depredadores.
Bothriechis schlegelii, Víbora de pestañas
Podemos conocer a una serpiente No venenosa por la ausencia de foseta loreal que es una estructura termoreceptora (percibe el calor), las serpientes No venenosas además reflejan la luz en sus escamas (a excepción de las corales); las venenosas poseen gran opacidad (excepto las corales).
Existen corales falsas (No venenosas) y corales verdaderas (venenosas), pueden diferenciarse de la siguiente manera:
Un encuentro con cualquier tipo de serpiente produce una excitación en las personas, principalmente por temor a ser mordido, lo recomendable es moverse con discreción hasta alcanzar una distancia segura, es importante saber que los vipéridos (víboras), en promedio pueden lanzar un ataque a una distancia proporcional a un tercio de su tamaño corporal, por ende se recomienda retirarse del sitio lentamente.
Porthidium nasutum, Patoca.
Por ningún motivo intente manipular serpientes, si usted no es un profesional o está con uno, esto podría ocasionar un accidente con consecuencias desfavorables.
Tantilla supracincta, falsa coral.
En caso de presentarse un accidente y no conocer la especie, se recomienda tomar una fotografía desde distancia segura y en caso extremo llevar el espécimen vivo o muerto a la instalación médica donde se traslade el paciente, esto facilitará el tratamiento.
Tras la mordida la persona debe ser trasladada de inmediato a la instalación médica más cercana, no se le debe administrar ningún tipo de medicamento ni terapia tradicional. La gravedad del envenenamiento dependerá de la cantidad de veneno inoculado, área de la mordedura, de la condición física del individuo, entre otras.
Botriechis schlegelii, Víbora de pestañas
Recomendamos como primeros auxilios en caso de accidente ofídico, mantener la persona en reposo, extraerle joyas o cualquier tipo de prendas para evitar la presión en las áreas afectadas y trasladarla rápidamente al centro médico más cercano. No se recomienda torniquete, succión, incisión u otro tipo de manejo que no sea el ofrecido por un profesional de la salud, la administración de suero en el lugar donde ocurrió el accidente y por personas no profesionales, está contraindicado por los posibles efectos secundarios que puedan presentarse a causa del suero antiofídico (Perdomo & Patiño, 2008).
Porthidium nasutum, Patoca.
Las serpientes realizan una importante labor en el ecosistema, solo atacan por defensa o alimentación, la mayoría de los accidentes ofídicos ocurren por la disminución de su hábitat e imprudencia del ser humano.
Estos animales son partes de nuestro planeta tierra, seamos responsables y respetemos su vida, preservémoslas, ellos también son seres vivos, NO LOS SACRIFIQUE.
En caso de encontrarse estos reptiles, recomendamos llamar a un biólogo o médico veterinario con experiencia en el manejo de este tipo de fauna y/o al Ministerio de Ambiente.
Por la Dra. Rosa E. Núñez Méd. Veterinario Reg.: N°810 & Lic. Rogemif Fuentes Zoólogo
Clínica Veterinaria Animalia´s, Penonomé – Coclé
Tel:6421-1312