Como médico especialista en radiología intervencionista te explico cómo diferentes exámenes y pruebas pueden ayudar a determinar las causas del Dolor Pélvico Crónico y Síndrome de Congestión Pélvica.
Seguramente te preguntas por qué un médico especialista en radiología escribe acerca del dolor pélvico crónico y no incluye en el título las palabras: radiografía, ultrasonido u otra modalidad de imagen. En este artículo te explicamos cómo identificar los síntomas y que exámenes pueden ayudar a determinar la causa de esta enfermedad.
Dolor Pélvico Crónico
Hace referencia principalmente a un síndrome doloroso con múltiples causas conocidas, que deben estudiarse de forma minuciosa. Para esto es importante que se conozca cuáles son los síntomas asociados y las condiciones que rodean la puesta en escena del síntoma más común: dolor.
El dolor pélvico crónico tiene presentación no cíclica, que dura 6 meses o más, puede interferir con las actividades diarias de la mujer, asociarse a dolor durante la menstruación (dismenorrea), durante (dispareunia) o después de las relaciones sexuales, sensación de pesadez de la pelvis o de las piernas. Puede tener causas ginecológicas (endometriosis, adenomiosis), urológicas (cistitis intersticial), gastrointestinales (síndrome de colon irritable), psicológicas, viscerales (adherencias) y vasculares (Síndrome de Congestión Pélvica).
Síndrome de Congestión Pélvica
Si te has realizado pruebas como ultrasonido pélvico, laparoscopia, citoscopia, colonoscopia, sin encontrar una causa susceptible de tratamiento, o el dolor es persistente a pesar del mismo, es probable que sufras de Síndrome de Congestión Pélvica, (colocar en negritas) también conocido como reflujo de las venas ováricas.
Además de las características del dolor crónico descritas, pueden asociarse a la presencia de várices vulvares y de la cara interna de los muslos, afectar de forma unilateral o bilateral y empeorar al estar mucho tiempo de pie o al realizar esfuerzos.
Ocurre en mujeres entre 20 y 50 años, con al menos 2 embarazos y que puede tener antecedentes de ovario poliquístico o anormalidades en el desarrollo de las válvulas venosas.
El aumento del tamaño del útero y la consecuente compresión de las estructuras venosas de la pelvis, condiciona el movimiento de la sangre en sentido contrario, es decir en lugar de ir hacia el corazón se queda estancada en estas venas de la pelvis, dilatándolas y formando venas tortuosas, incapaces de enviar la sangre en su dirección usual. Este incremento en las presiones conlleva a la formación de várices vulvares (genitales) o en la cara interna de los muslos como se ha mencionado antes.
Diagnóstico
El diagnostico por imagen de este síndrome se realiza inicialmente mediante ultrasonido doppler pélvico que demuestra dilatación de las venas que rodean el útero, sin embargo puede llegar a ser necesaria la tomografía contrastada del abdomen, que ayuda a establecer la presencia de variantes anatómicas, flebografía diagnóstica que permite la visualización directa del plexo venoso dilatado.
Flebografía de venas gonadales. Se observa las venas dilatadas y tortuosas (aspecto varicoso)
Tratamientos
El tratamiento de las otras causas de dolor pélvico crónico puede ser médico, con medicamentos antiinflamatorios u hormonales, mediante laparoscopia (importante en endometriosis, adenomiosis), quirúrgico (ligadura de las venas gonadales), una opción de tratamiento del SCP, es mediante abordaje endovascular (embolización) realizado por un Radiólogo Intervencionista.
El tratamiento del SCP por técnicas intervencionistas es un procedimiento que se realiza de forma ambulatoria. Algunos pacientes notan mejoría en las primeras 24 horas.
Si piensas que puedes estar sufriendo de este síndrome no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
Dra. Sikia Maihumy Wong Kant
Radiología Intervencionista y Vascular,
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