El cáncer es una enfermedad que inicia cuando las células crecen sin control, sobrepasando a las células que son normales, afectando el adecuado funcionamiento del cuerpo.
Los factores genéticos influyen en gran medida la posibilidad de desarrollar cáncer en algún momento de la vida. Sin embargo, se ha determinado que existe una estrecha relación entre la calidad de la alimentación y el desarrollo de cáncer.
De acuerdo informes del World Cancer Research Fund se estima que en Estados Unidos el 20% de todos los cánceres diagnosticados están relacionados con la grasa corporal, la inactividad física y el consumo excesivo de alcohol y /o pobre nutrición, es decir, que puede ser una enfermedad prevenible.
Ya que la alimentación, la actividad física y el peso corporal son factores totalmente controlables, nuestras recomendaciones de llevar una vida saludable siempre será el mensaje de clave de prevención.
Tener control de un peso adecuado, a través de la alimentación tanto en cantidad, para evitar el exceso de peso, como en calidad, para evitar el consumo de toxinas que aumentan el riesgo de desarrollar cualquier tipo de cáncer; así como la actividad física de rutina, son la clave para reducir el riesgo de padecer en algún momento de la vida esta enfermedad.
«Desde el momento en que una persona con sobrepeso u obesidad empieza a perder peso, comienza a reducir los riesgos de padecer cáncer y no solo de cáncer, sino que se empieza a percibir grandes beneficios para la salud en términos generales»
Existe una variedad de alimentos que están estrechamente relacionados con el mayor riesgo de desarrollar algún tipo de cáncer. Entre estos tenemos:
- El consumo excesivo de frituras, azúcares refinados, embutidos (por sus colorantes y sales), carnes rojas y cocidas a fuego alto hasta el punto de carbonizarlas.
- El consumo de aceites reutilizados y quemados. Una vez un aceite despida humo durante la cocción, indica que está quemándose y comienza la producción de sustancias que son toxicas al cuerpo.
Ahora bien, existe otra gran variedad de alimentos que son protectores pues contienen sustancias antioxidantes que ayudan en gran medida al cuerpo a eliminar y reducir la producción de sustancias tóxicas. Entre los que tenemos:
- El tomate: contiene licopeno que ayuda en la reducción del riesgo de cáncer. Consúmelo con aceite de oliva para mejorar la absorción de este componente.
- Fresas, arándanos y frutos silvestres: son excelente poseedores de antioxidantes.
- Granos integrales, por su alto contenido de fibra contribuyen a proteger y facilitar los procesos de digestión y eliminación.
- Frutas y vegetales rojos: contienen betacaroteno, que también actúa como antioxidante.
- Vegetales de hojas verdes, que contienen luteína y flavonoides.
Consume suficiente cantidad de frutas y vegetales, todos los días, como parte de tu alimentación diaria, para aprovechar todas sus ventajas protectoras.
Recuerda llevar una vida y alimentación saludable. Si necesitas mejor orientación, visita un nutricionista para que puedan planificar una alimentación que busque mejorar tu calidad de vida.
Por la Licda. Geminnesse Hernández
Nutricionista Dietista
Esp. Síndrome Metabólico y Riesgo Vascular
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