Las cesáreas post mortem eran ya conocidas y practicadas en la antigua Roma, tal y como se contemplaba en la Lex Caesarea: una mujer que muriese durante el embarazo tardío debía ser sometida a esta intervención con la finalidad de intentar salvar la vida del bebé.
El primer dato que se tiene de una mujer que sobrevivió a una cesárea fue en Suiza en 1500: se cree que Jacob Nufer, un castrador de cerdos, le hizo esta operación a su esposa tras un trabajo de parto prolongado. La mayoría de las veces, el procedimiento tenía una alta mortalidad. En Gran Bretaña e Irlanda la mortalidad en 1865 era del 85 %. Las medidas claves en la reducción de la mortalidad fueron:
- Acogida de los principios de la asepsia.
- La introducción de la sutura uterina por Max Sänger en 1882.
- Cesárea extraperitoneal y después mudanza a la incisión transversal baja (Krönig, 1912).
- Avances en la anestesia.
- Transfusión de sangre.
- Antibióticos.
Fuente: Wikipedia