• Presentar un interés activo por la comida.
• La desaparición del reflejo de extrusión (expulsión de alimentos no líquidos con la lengua).
• Ser capaz de agarrar la comida con la mano y llevarla a la boca.
• Mantener la postura de sedestación con apoyo, es decir, el bebé se sienta a la mesa con la familia.
• Se le ofrece la misma comida sana que al resto, en trozos de alimentos de consistencia blanda y apropiados a su desarrollo psicomotor: grandes al principio y gradualmente, se hacen más pequeños.
• El bebé se alimenta por sí solo desde el principio; al comienzo con las manos y posteriormente con cubiertos.
• A partir del momento en que se inicia el BLW el aporte de leche (materna o artificial) continúa siendo a demanda, sin relación con los momentos familiares de la comida.

El BLW se ha estudiado en niños nacidos a término, sanos y con un desarrollo psicomotor normal, tanto alimentados al pecho como con lactancia artificial. Con la información y precaución adecuadas, la mayoría de las familias pueden ponerlo en práctica de forma segura y eficaz.

En algunos casos no es recomendable la utilización del Baby Led Weaning, como en los niños que presentan fallo de medro, es decir, que su ganancia de peso no se corresponde con los de su misma edad.  Tampoco en aquellos que presentan déficits neurológicos y motores. En los prematuros se podría valorar individualmente, pero siempre atendiendo a la edad corregida de 6 meses.

El BLW mixto es una opción para muchos padres