En esta oportunidad, abordaré una de las causas de molestia en las rodillas más frecuente conocida como “dolor de la rodilla anterior” o Síndrome Patelofemoral, condromalacia rotuliana o rodilla de corredor.
Se trata de un diagnóstico común, con un alto porcentaje de lesiones en los atletas, presentado en adolescentes, adultos jóvenes, e incluso, en personas que han sufrido fracturas o golpes en la rótula y adultos mayores con artrosis.
Se origina por el desequilibrio entre las fuerzas que controlan la tracción patelar durante la flexión y la extensión de la rodilla, en particular, con sobrecarga de la articulación.
¿Qué síntomas produce?
Dolor crónico en la cara anterior de la rodilla que empeora al sentarse, caminar por pendientes o subir escaleras durante un período prolongado. Es más frecuente en mujeres de 15-35 años.
¿Por qué ocurre?
La causa puede ser un reblandecimiento del cartílago que recubre la rótula (condromalacia) o algún tipo de desalineación rotuliana (que puede ser originada por displasias o anomalías congénitas en la forma de la rótula), pero otras veces no encontramos una causa concreta.
¿Qué puede aumentar mi riesgo de padecerlo?
Edades avanzadas, principalmente. En especial, el sexo femenino es más propenso a padecer de este problema, además personas con pie plano, lesión previa en la rótula, niveles de actividad deportiva en aumento y aquellos con enfermedades de tipo reumáticas.
¿Cómo se diagnóstica este problema?
El síndrome patelofemoral puede ser difícil de diagnosticar. Las radiografías pueden confirmar o redefinir un diagnóstico clínico sospechoso. Sin embargo, sin información adicional de la historia del paciente y el examen físico, rara vez se puede tener una conclusión definitiva.
Las radiografías y otras técnicas de imagen deben reservarse para los pacientes en los que es difícil realizar un diagnóstico o en los que el síndrome es refractario al tratamiento conservador, en tales casos, se utilizan estudios complementarios como la radiografía simple.
Mediante la Tomografía Computarizada podemos determinar también la congruencia femororrotuliana y, finalmente, mediante la Resonancia Magnética podemos descartar lesiones cartilaginosas y/o meniscoligamentosas.
¿Cómo se puede tratar?
Los primeros tratamientos son el descanso, los ejercicios de fortalecimiento del cuádriceps y la colocación de hielo local (especialmente, después del ejercicio, se utiliza durante 10 a 20 minutos). Si es posible, cambie a actividades aeróbicas no impactantes, como natación o máquinas de ejercicio elípticas. Ejercicios de estiramiento de cadera, tendón de la corva, pantorrilla y estiramiento iliotibial también pueden ayudar. Es importante usar el calzado adecuado, como zapatillas deportivas con amortiguación extra y apoyos de arco.
Los fármacos antiinflamatorios no esteroides (AINE), como el ibuprofeno o el naproxeno, ayudan a desinflamar y a disminuir el dolor, deben consultar con el médico antes de usar estos medicamentos.
El dolor de la rodilla puede a menudo ser manejado con la terapia física para fortalecer los músculos del cuadriceps y estirar el tendón de la corva y los músculos de la pantorrilla.
La intervención quirúrgica debe considerarse cuando el descanso prolongado y otras medidas terapéuticas fracasan en el alivio del dolor, en casos severos de síndrome patelofemoral.
¿Qué ejercicios o actividades puedo realizar para fortalecer esa zona?
En conjunto con el Centro Integral de Rehabilitación, existen algunos ejercicios que nos pueden ayudar:
¿Son útiles las rodilleras durante el tratamiento?
Antes de pensar en tratar alguna sospecha de lesión en la rodilla, es importante –primeramente- el diagnóstico, ya que una rodillera pudiese ser más que un apoyo, un elemento perjudicial, debido a que su función varía entre centrar, estabilizar y descargar la rodilla.
Vale destacar que la rodillera no va a calmar el dolor si lo que hay detrás es un problema anatómico.
¿Cuándo debo consultar a mi médico?
Se debe acudir al médico en cuanto inicien los síntomas ya descritos.
Recomendaciones para reducir riesgos
El síndrome de dolor patelofemoral, usualmente, se alivia por completo con medidas sencillas o terapia física. Sin embargo, puede volver a presentarse si no se realizan ajustes en la rutina de entrenamiento o nivel de actividad.
Es esencial mantener un acondicionamiento adecuado de los músculos que rodean la rodilla, especialmente, los cuádriceps y las corvas.
Hay otras medidas adicionales que se pueden seguir para prevenir la recurrencia del dolor de rodilla patelofemoral. Estas incluyen:
Los ejercicios de extensión de piernas ayudan a fortalecer y estirar los cuádriceps, los músculos en la parte delantera del muslo.
- Usar calzado adecuado para las actividades.
- Hacer calentamiento a fondo antes de la actividad física.
- Incorporar ejercicios de estiramiento y flexibilidad para los cuádriceps y corvas en la rutina previa, y realizar estiramientos después de la actividad física.
- Aumentar gradualmente el entrenamiento.
- Reducir cualquier actividad que haya lastimado sus rodillas en el pasado.
- Mantener una masa corporal saludable para evitar tensionar demasiado las rodillas.
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