Los cambios en las áreas del cerebro que son responsables de los procesos sociales, pueden hacer que los adolescentes se concentren más en las relaciones con los compañeros y las experiencias sociales.
El énfasis en las relaciones con los compañeros, junto con el desarrollo continuo de la corteza prefrontal, podría ocasionar que los jóvenes corren más riesgos, ya que para ellos los beneficios sociales, superan las posibles consecuencias de una decisión. Estos riesgos pueden ser negativos o peligrosos, o pueden ser positivos, como hablar con un nuevo compañero de clase, unirse a un nuevo club, o practicar un nuevo deporte.