Diversas investigaciones muestran que la hormona del sueño llamada melatonina funciona de forma diferente en los adolescentes que en los niños y los adultos. En la adolescencia, los niveles de melatonina permanecen altos hasta más tarde en la noche y no bajan sino hasta más tarde en la mañana, lo que puede explicar por qué los adolescentes pueden quedarse despiertos hasta tarde y tener dificultades para despertarse temprano. Muchos adolescentes no duermen lo suficiente, lo que les dificulta prestar atención, controlar sus impulsos y desempeñarse bien en la escuela. Dormir bien por la noche puede ayudar a la salud mental.