Esta especialidad se ha desarrollado rápidamente desde mediados de la década de los 60 y contribuye con innovaciones médicas muy relevantes
Definiendo la subespecialidad
La Radiología Vascular e Intervencionista (RVI) es un área de la práctica clínica bien definida, ampliamente aceptada y con un lugar sustancial en la profesión médica. Realiza tratamientos mínimamente invasivos que son guiados y dirigidos mediante técnicas de imagen como la fluoroscopia, tomografía computarizada, ecografía y resonancia magnética. Los procedimientos RVI son realizados en la mayoría de los casos con catéteres y dispositivos médicos de alta tecnología que se introducen percutáneamente.
Orígenes de la subespecialidad y desarrollo
La RVI se ha desarrollado rápidamente desde mediados de la década de 60 y ha contribuido a algunas de las innovaciones médicas más importantes de los últimos años. Desde las pioneras técnicas de acceso vascular percutáneo hasta los actuales tratamientos mínimamente invasivo, han sido posibles gracias a las técnicas de nuevo desarrollo y avances tecnológicos también novedosos que han permitido la evolución del intervencionismo.
Recupera la salud de forma ambulatoria
Esta área de la práctica clínica ofrece nuevas opciones de tratamiento para muchos problemas de salud. Suponen tratamientos mínimamente invasivos frente a las cirugías convencionales, lo que permite que los pacientes sean tratados con menor riesgo, con estancias hospitalarias más cortas y con recuperación y reincorporación laboral y social fluida.
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Alcance de los tratamientos
La Radiología Vascular Intervencionista es una disciplina transversal que colabora con múltiples especialidades y tratando diferentes patologías dentro del entorno hospitalario.
Los tratamientos RVI pueden aplicarse en casi todos los sistemas y órganos. La lista de patologías que pueden diagnosticarse y tratarse mediante terapias intervencionistas está en continuo crecimiento: aneurismas, accidentes cerebrovasculares, trombosis, malformaciones vasculares y enfermedades arteriales y venosas crónicas, patología biliar o urológica, miomatosis uterina, síndrome de congestión pélvica y por supuesto, la atención mínimamente invasiva del cáncer.
Al mismo tiempo aumentan los procedimientos de RVI de emergencia lo que supone un gran avance para el manejo clínico de determinadas patologías como la embolización del paciente sangrante en el contexto del politraumatismo, hemorragia digestiva, hemorragia posparto, y la hemoptisis, sangrado por hipertensión portal.
El tratamiento de la sepsis biliar, urinaria o abdominal mediante drenajes percutáneos, de la trombosis aguda arterial, venosa y del ictus son patologías tratadas en este campo.
Son tratamientos que requieren una cobertura de RVI, donde la actuación rápida y una técnica médica depurada son cruciales para el éxito de la intervención y la recuperación del paciente.
Beneficios
Son varios los beneficios que se obtienen con la radiología intervencionista, lo fundamental es que se puede acceder a arterias, venas, realizar biopsias de los tejidos del cuerpo y dar tratamientos mínimamente invasivos con bien poco porcentaje de riesgo y una recuperación más rápida.
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Conclusiones que realcen el valor de la especialidad en cooperación con la salud/bienestar de los pacientes.
Lo más importante es que el manejo de las diferentes patologías por radiología intervencionista es centrado y ajustado a las necesidades del paciente, es innovación en la medicina, que reúne lo mejor del manejo clínico, el trabajo en equipo, el conocimiento de la anatomía por imagen y el uso de tecnología que se desarrolla cada día para mejorar las técnicas mínimamente invasivas y guiadas por imagen.
Pregunta a tu médico si hay una alternativa mínimamente invasiva por radiología intervencionista para tu padecimiento.
Dra Sikia Wong
Radiología Intervencionista y Vascular
David, Chiriquí