La médula espinal es una estructura importante del sistema nervioso que se localiza dentro de la columna vertebral, junto al Encéfalo constituye el sistema nervioso central.
Los tumores espinales son crecimientos de masas que se dan dentro de o alrededor de la médula espinal y se identifican por los tipos de células que contienen por su ubicación o ambos. Dentro de la clasificación de los tumores espinales se tienen los tumores primarios, secundarios ó metastásicos.
Los tumores primarios son aquellos que se originan en la columna dorsal generalmente oscila en un 15% y mayormente son benignos y tumores secundarios que son el resultado de la diseminación de cáncer metástasis hacia otros sitios, principalmente pulmón, las mamas, la próstata, el riñón o la glándula de la tiroides.
El origen de los tumores primarios aún es desconocido, las causas posibles bajo investigación incluyen virus, genes defectuosos, exposición a ciertas sustancias químicas y otros materiales peligrosos y trastornos del sistema inmunitario. El tumor espinal es mucho menos común que el tumor cerebral primario.
En la medida que este se desarrolla va afectando las células de la médula espinal, las raíces nerviosas, las meninges, vasos sanguíneos o los huesos de la columna. El tumor ocasiona síntomas a causa de la compresión de la médula espinal o de las raíces nerviosas.
Los tumores cerebrales y de la médula espinal no son contagiosos.
Los tres grupos principales de tumores de la médula espinal describen dónde se les encuentran.
Los tumores extradurales se encuentran en los cuerpos vertebrales o tejidos epidurales. Representan el 55% de todos los tumores medulares. Los Tumores primarios (Cordoma, Osteoma Osteoide, Osteoblastoma, Quiste óseo aneurismático, Condrosarcoma, Osteocondroma, Hemangioma Vertebral, Tumor óseo de células gigantes, Granuloma Eosinofílico, entre otros).
Los tumores metastásicos comprende la mayoría de los tumores extradurales (Linfoma, Cáncer de pulmón, Cáncer de mama, Cáncer de próstata).
Los tumores dentro de la duramadre llamados tumores intradurales se dividen aún más en los de afuera de la médula espinal llamados tumores extramedulares y los de adentro de la médula espinal llamados tumores intramedulares (Astrocitomas, Ependimoma, Meningioma, Neurofibroma, Lipoma, entre otros).
Su clasificación de acuerdo a su distribución sagital, porcentualmente se ubican: Cervicales 10%, Torácicos 70% y Lumbares 20%
¿Quién está en riesgo de padecerlo?
Cualquiera puede desarrollar un tumor primario de la médula espinal, aunque el riesgo es muy pequeño. Tener uno o más de los factores de riesgo conocidos no garantiza que alguien desarrolle un tumor.
¿Cuántas personas padecen estos tumores?
Actualmente en la República de Panamá, no existe una estadística específica que pueda orientarnos a dar una cifra exacta de cuántas personas han padecido de tumores de la médula espinal, más sin embargo en publicaciones de informes del Ministerio de Salud de Panamá, En su boletín General de cifras del 2014 obtenido del portal WEB, se obtuvo una muestra de la Sección correspondiente a las Principales Causas de Mortalidad, por Grupos de Edades en el año 2014, cuadro N° 7c, observando un total de 547 muertes por Enfermedades del Sistema Nervioso Central. Siendo estas las siguientes: Tumores cerebrales, espinales, aneurismas, lesiones cerebrovasculares y traumatismos craneoencefálicos y espinales.
De un total de 547 muertes reportadas, podemos representar porcentualmente las edades en la cuales fueron diagnosticadas y lograr así una pequeña tendencia a que edades afectan más las enfermedades del Sistema Nervioso Central.
¿Cuáles son los síntomas posibles?
Los síntomas pueden variar y depender de su localización, también por el tipo de tumor y la salud en general del individuo.
Los tumores intramedulares es decir, aquellos que se desarrollan dentro de la médula espinal, generalmente causan síntomas, precoces y severos que afectan diferentes partes del cuerpo. (extremidades, trastornos de los esfínteres); Los tumores extramedulares son los que se desarrollan fuera de la médula espinal, pueden crecer durante un período de tiempo antes de causar daño a los nervios y generar síntomas.
Dentro de los síntomas en general podemos encontrar:
Dolor de espalda que suele producirse en cualquier área de la columna, pero con más acentuación a la mitad o en la parte inferior de la espalda, son más intensos cuando la persona se encuentra acostada o cuando hace esfuerzos, también al toser, estornudar, puede irradiarse a la cadera, pierna o pies y a los brazos, puede ser difuso y ocurrir en todas las extremidades, generalmente va empeorando progresivamente, severo sin mejoría con tratamiento farmacológico.
Perdida de la sensibilidad de las piernas pudiendo ser progresiva, debilidad muscular en piernas, dificultad de la marcha ocasionando caídas, sensación de frio en las piernas, dedos y manos, incontinencia fecal y urinaria o retención, contracciones musculares o espasmos.
¿Cómo se diagnostican los tumores del Sistema Nervioso Central?
Generalmente se comienza con un examen neurológico, este nos puede indicar la localización del tumor. Durante la evaluación, puede existir reflejos anormales con debilidad espástica. Al examinar la espalda generalmente se detecta una sensibilidad localizada en la columna vertebral, que es más pronunciada con tumores epidurales. Existen sin embargo estos exámenes que sirven para confirmar la patología, dentro de todos podemos mencionar: radiografía de columna vertebral, resonancia magnética de la columna vertebral, o lumbosacra, siendo este el método por elección para el diagnóstico de los tumores de la médula espinal.
¿Cómo se tratan los tumores de la médula espinal?
El plan de tratamiento siempre debe estar orientado y basado en la ubicación, el tipo, el tamaño y la agresividad del tumor, al igual que en los antecedentes médicos, la edad y la salud general del paciente.
El tratamiento primordial es quirúrgico, aunque involucra una serie de medicamentos, como analgésicos, esteroides y otros medicamentos antiinflamatorios indicados para reducir la inflamación y mejorar el flujo sanguíneo, en algunas veces se puede recetar medicamentos antidepresivos para tratar la ansiedad o aliviar la depresión que puede producirse luego del diagnóstico del tumor, así como también medicamentos para combatir las náuseas originadas por los diversos tratamientos.
Los tumores malignos requieren siempre de otras formas de tratamiento luego del quirúrgico. Los tumores benignos pequeños pueden solamente necesitar control periódico.
El tratamiento estándar para los tumores malignos incluye la neurocirugía, la radioterapia y la quimioterapia. Algunos pacientes pueden recibir una combinación de tratamientos.
El especialista en Neurocirugía es el indicado como primer paso para tratar un tumor accesible. Y es aquel que puede extirparse sin riesgo de daño neurológico. La cirugía está dirigida a extirpar todo o parte del tumor como sea posible, a esto se le conoce como resección o extirpación.
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¿Cuál es el pronóstico?
El pronóstico en cada persona es totalmente diferente y este depende en gran medida del diagnóstico y el tratamiento oportuno, la edad y la salud general del individuo son otros factores importantes a considerar al dar un pronóstico. También dependerá si el tumor tratado es maligno o benigno, su tamaño y ubicación, el grado del tumor y la respuesta a la terapia. Un paciente cuyo tumor completo ha sido extirpado exitosamente puede recuperarse completamente. La rehabilitación y el asesoramiento pueden ayudar a los pacientes y familiares a enfrentar mejor la enfermedad y a mejorar la calidad de vida. Recomiendo siempre la evaluación y monitorización perenne y la búsqueda a largo plazo ya que muchos tumores son resistentes al tratamiento y tienden a ser recurrentes.
También dependerá de la condición de los tejidos y nervios normales que pudieron haberse afectado por el tumor o durante su tratamiento. Algunos síntomas del post-tratamiento desaparecerán con el tiempo. La fisioterapia ayudará a las personas a recuperar habilidades motoras, fortaleza muscular y equilibrio.
Por el Dr. Irving Ortega.
Especialista en Neurocirugía Adultos y niños
Cel. 6674-7535