Las pruebas de detección (o de cribado) de diagnóstico prenatal, deberían realizarse en toda la población de bajo riesgo, independientemente de la edad, y por supuesto en aquellas pacientes de alto riesgo, que tienen condiciones que incrementan la posibilidad de tener un hijo con defectos congénitos o alteraciones del crecimiento, entendiéndose como gestantes de alto riesgo aquellas con un hijo anterior con anomalías cromosómicas u otros defectos congénitos; aquellas portadoras de alguna anomalía cromosómica (o el esposo); aquellas que padecen alguna enfermedad ligada al cromosoma X; aquellas que padecen alguna enfermedad crónica como la diabetes o determinados trastornos endocrinos; aquellas con antecedentes familiares de malformaciones, anomalías cromosómicas o alteraciones metabólicas congénitas; aquellas que han ingerido medicamentos contraindicados durante el embarazo; aquellas expuestas, por razones laborales o coyunturales, a radiaciones o productos tóxicos; aquellas que han contraído ciertas infecciones durante la gestación; gestación gemelar; obesidad materna; edad materna avanzada; gestación tras técnica de reproducción asistida.
Fuente: Dra. Melissa Batista.
Especialista en Ginecología y Obstétricia.
Hospital Chiriquí, Piso 03, Cons. 313, David – Chiriquí. Tel: 774-0128. Ext. 3226