Conociendo la enfermedad del reflujo Gastroesofágico

22 marzo 2019 Written by Jefferson Marin

Gastroenterólogo

Provincia de Herrera Tel. 6537-5917

El reflujo gastroesofágico es un fenómeno fisiológico muy común entre la población, sin embargo, la presencia de síntomas molestos, frecuentes y que alteren la calidad de vida de la persona que lo padece es lo que define la ENFERMEDAD DEL REFLUJO GASTROESOFÁGICO.

Una gran cantidad de personas padecen de ENFERMEDAD DEL REFLUJO GASTROESOFÁGICO, sin ser conscientes de esto, así que si tú no lo padeces, probablemente a tu alrededor conoces a una persona con Enfermedad del reflujo gastroesofágico.

Precisamente, por presentarse tan frecuentemente en las personas de diferentes edades, incluidos los niños, muchas veces se apela por tratamientos caseros o automedicación, que lejos de resolver el problema, en algunas ocasiones pueden complicarlo. De ahí la importancia de conocer las causas, síntomas y hacerle el seguimiento médico correspondiente.

Empecemos por lo más importante:

¿Por qué se produce el reflujo gastroesofágico?

La enfermedad del reflujo gastroesofágico ocurre cuando hay paso del contenido del estómago hacia el esófago debido a un desequilibrio entre los mecanismos de defensa normales del esófago y los factores ofensivos tales como el ácido y otros jugos y enzimas digestivas del estómago. A menudo, la barrera entre el estómago y el esófago está afectada por el debilitamiento del músculo (esfínter esofágico inferior) o la presencia de una hernia de hiato, donde una parte del estómago está desplazada hacia el pecho. Las hernias de hiato, sin embargo, son comunes y no todas las personas que tienen hernia de hiato presentan reflujo. Una causa muy importante de reflujo es la obesidad ya que el aumento de la presión en el abdomen sobrepasa la barrera entre el estómago y el esófago.

Los síntomas más comunes de la enfermedad del reflujo gastroesofágico son la acidez y/o la regurgitación ácida. La acidez es una sensación de ardor que se siente detrás del esternón, y aparece cuando los contenidos gástricos irritan el recubrimiento normal del esófago. La regurgitación ácida es la sensación de que los fluidos gástricos suben a través del pecho pudiendo llegar hasta la boca.

Más allá de la acidez…

El reflujo gastroesofágico también produce otros síntomas además de la acidez:

Dolor en el pecho
Problemas para tragar
Sensación de nudo en la garganta

Incluso si el reflujo se presenta durante las horas nocturnas, la sintomatología se empeora ocasionando:

Laringitis
Tos crónica
Trastornos del sueño
En las personas asmáticas se agudizan los síntomas y pueden ocurrir crisis de este tipo en aquellos que no la padecen

Cuidado con la obesidad y el sobrepeso

Entre las causas del reflujo gastroesofágico están, en primer lugar, el debilitamiento del músculo que une el estómago con el esófago.

En segundo lugar, la presencia en esa zona de una hernia de hiato que hace que una parte del estómago se mueva hacia el pecho.

Pero una de las causas que podemos evitar es la obesidad o el sobrepeso. La excesiva presión en el estómago por el aumento de peso en la parte abdominal, interrumpe en muchos casos este paso natural hacia el esófago.

Adicionalmente, el tabaquismo y la ingesta en grandes cantidades de comidas grasosas e irritantes tales como café, picantes, cítricos, chocolates, mentolados y elaboradas a base de tomates, son factores que influyen en el desarrollo de esta afección.

¿Por el reflujo debo ir al médico?

Como hemos dicho, una gran cantidad de personas presenta reflujo eventualmente y precisamente por eso, no consultan al médico.

Pero es importante acudir al especialista si el problema se agrava o se hace cada vez más frecuente. Una señal de alarma es la pérdida de peso, así como la dificultad para tragar los alimentos.

Cuando un paciente experimenta síntomas comunes de la enfermedad del reflujo gastroesofágico, principalmente acidez y/o regurgitación ácida, por lo general no es necesario realizar exámenes adicionales antes de comenzar el tratamiento. Si los síntomas no responden al tratamiento, o si aparecen otros síntomas tales como pérdida de peso, dificultad para deglutir o sangrado interno, puede resultar necesario la realización de estudios adicionales.

Uno de los exámenes claves es la endoscopia, con la cual el gastroenterólogo revisa con detenimiento el esófago, estómago y el duodeno y puede evaluar por presencia de daño al esófago producto del reflujo.

También se realiza el control de pH que mide la acidez esofágica y puede hacerse durante la endoscopia o introduciendo una sonda en el esófago que se mantiene todo un día para efectuar la medición de la exposición del esófago al material de reflujo.

Cambios que pueden ayudarte

En el tratamiento de esta enfermedad tus grandes aliados serán los cambios en la alimentación y en tu estilo de vida, unidos a los medicamentos que te prescriba el médico. Es importante destacar que los antiácidos de venta libre, tan usados por la mayoría de los pacientes, pueden aliviar los síntomas por un tiempo determinado, sin embargo, en la actualidad existen otros fármacos que ofrecen más ventajas a largo plazo.

La opción quirúrgica es utilizada en muy raras ocasiones para el tratamiento del reflujo gastroesofágico, principalmente se ofrece a aquellas personas que no toleran bien ninguno de los medicamentos recomendados y que a pesar de haber cambiado sus hábitos alimentarios, no han obtenido resultados favorables.

Igualmente, la cirugía es una alternativa cuando el reflujo proviene de la presencia de una hernia de hiato que es muy grande y los síntomas no se controlan con los medicamentos.

EVITA

Comidas picantes y grasosas
Consumo de café
Bebidas alcohólicas
Gaseosas
Cítricos
Menta
Comer antes de dormir
Cigarrillos
Productos a base de tomate
Y por supuesto, mantén tu peso bajo control