Las conductas suicidas en niños y adolescentes son un problema complejo y multifactorial que requiere la atención y acción conjunta de la sociedad. La prevención y la intervención temprana son fundamentales para salvar vidas y ofrecer a los jóvenes un futuro esperanzador. Es imperativo romper el silencio y el estigma en torno a este tema para brindar el apoyo necesario a aquellos que lo necesitan.