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La depresión es un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración.
El síntoma más característico de la depresión es que el paciente se siente como en un hueco, perdiendo el interés en actividades que antes le ocasionaban placer. Esto a su vez lo hace cada día sea más disfuncional.
Los síntomas principales pueden ser:
- Tristeza patológica:La persona se siente sin ánimos, tal como si hubiera perdido el gusto por vivir.
- Pierde en gran parte de su capacidad para pensar o concentrarse: Es apático, ansioso, mal humorado, irritable y agresivo.
- Insomnio:Al paciente le cuesta conciliar el sueño y, además, se despierta temprano y de mal humor.
- Alteraciones del pensamiento: Imagina tener enfermedades de todo tipo, surgen ideas derrotistas.
- Alteraciones somáticas:Por lo común surgen dolores crónicos, alergias, problemas estomacales, entre otros.
- Alteraciones del comportamiento: Puede estar quieto, de manos cruzadas, o explotar en violentas crisis de angustia o en ataques de llanto por motivos insignificantes. Le resulta difícil tomar decisiones y disminuye su rendimiento en su vida diaria.
- Alteraciones del apetito y del peso:La mayoría de los pacientes pierde el apetito y, en consecuencia, provoca la disminución de peso y pérdida del placer.
- Pensamientos suicidas: Uno de los síntomas más preocupantes, los pacientes presentan una preocupación exagerada por la muerte y alimentan sentimientos autodestructivos.
Causas de la depresión:
Las causas de la depresión son de etiología multifactorial que se explica por la interacción de varios factores de riesgo como los genéticos, neurobiológicos, socio-ambientales y otros propios del desarrollo de cada persona.
Factores de riesgo:
Existen factores que predisponen este trastorno en los cuales encontramos:
Factores genéticos: La presencia de antecedentes de depresión en el ámbito familiar cercano (padres y hermanos) incrementa en un 25-30% la probabilidad de sufrir depresión.
Factores fisiológicos: La depresión se ha relacionado especialmente con un descenso de los niveles de serotonina a nivel de las uniones neuronales.
Factores personales: Se ha visto que existe un porcentaje significativamente mayor de depresión en mujeres, en donde la historia clínica de la persona es de vital importancia.
Factores ambientales: Se consideran factores potenciadores de la aparición de este trastorno todos aquellos que son negativos para el sujeto (estrés, ansiedad, incapacidad de encauzar los problemas, entre otros).
Tratamientos:
Para tratar la depresión, es importante ser diagnosticado lo más temprano posible, esto facilita su cura, y así evitar complicaciones con significativos costes sociales y personales.
El tratamiento de la depresión requiere un abordaje de un equipo multidisciplinario, en gran medida es necesario la intervención de un Médico Psiquiatra con terapias farmacológicas y muy ligado un Psicólogo Clínico.
En la intervención Psicológica una de las terapias con mayores resultados es la cognitiva, esta terapia explica que la depresión se debe a una distorsión cognitiva, en la que la persona depresiva distorsiona la realidad, viéndose de forma negativa, en el mundo, tanto en su presente como en su futuro.
Es importante detectar en la intervención terapéutica pensamientos negativos, en general son automáticos, que luego de analizarlos pueden ser modificados y se crean cambios de estos pensamientos disfuncionales a funcionales.
En otras palabras, las sensaciones son debido a los pensamientos disfuncionales. Cuando piensa mucho sobre un tema, la persona depresiva, tiende a generalizar y se prepara para actuar, es decir asocian, emoción y sensación, es aquí donde se trata que la persona descubra la realidad y pase de un pensamiento disfuncional a uno funcional, es decir que entienda las causas de sus ideas y pensamientos negativos y así pueda pasar a un estado de vida saludable.